domingo, octubre 07, 2007

POESIA: PAISAJE DE LOS SUEÑOS ROTOS.

"PAISAJE PARA LOS SUEÑOS ROTOS" de Diego Fernández González poeta y pintor artístico extremeño que le nacieron en el pueblo de Campanario (Badajoz) en el año de 1957.
Quiero resaltar que el libro me lo regaló un amigo común entre el poeta y yo se trata del bueno de Juan Antonio Soto, propietario de el "Limit" uno de los rincones más fresquitos en verano que uno puede encontrar en dicho pueblo extremeño. El autor, un maestro de escuela con inquietudes artísticas y literarias que le he visto pasease por el pueblo al igual que un hidalgo extremeño, con figura de quijote y trovador de versos “rotos”.
Sin embargo, tenemos cosas en común: el amor a Campanario, su pueblo, y el mío de adopción. Mi esposa María del Carmen Soto Fernández ha pasado más de la mitad de su vida en el pueblo por ser la tierra de sus padre y ancestros. Y donde tenemos un piso en el cual soportamos los duros veranos de julio y agosto, la alegría de la Gira y la Feria de Abril en conmemoración de la Barranquera (La Santísima Virgen de Piedraescrita Patrona de la Serena). Con un sol ardiente que ilumina con su luz especial la retina de los pintores de esta tierra, confiriéndo a sus obras de un colorido especial que resalta en sus pinturas a diferencia de los pintores del norte. Mi buen amigo, Momoitio, pintor del quinto centenario con motivo de la Expo Sevilla 92, un día me hablo de las retinas y la forma con la cual la luz interfiere en la mezcla de la paleta pictórica.
Paradójicamente y a pesar de lo que dicen psicólogos y psiquiatras sobre la incidencia de la luz en el estado de ánimo en el alma de sus moradores; y si estos son del norte o del sur las depresiones se atenúan o se acentúan, rompen sus teorías -Los soles y los nubarrones están en nuestro interior-. He leído la poesía social y desgarradora de Blas de Otero y Gabriel Celaya, y he sentido el dolor de “del gato azul de Blás de Otero arañando mis entrañas hasta salir de mi boca y apostándose en un tejado de zinc bajo un sol extremeño. Y las fábricas de Celaya echando humo ecológico por su chimeneas. Y ahora, que hace casi un mes que acabé de leer la obra poética de “Piropo” este es el apodo con el cual se conoce al autor de “Pasaje para los sueños rotos” todos y casi nadie se libra en este pueblo de Campanario de ser bautizado con un apodo. Que sopesa mucho más que los propios apellidos, he descubierto que los dioses de la inspiración a menudo se esconden en los chozos de pastores que escribiendo al pairo de la noche con velas de cera, candiles de carburo y aceite al compás de los berreos del rebaño de ovejas churras y merinas, componen los mejores poemas para pasar una noche sin aliento.
Este año ha sido un verano de uranio, volframio, veladores de verano, refrescos y pipas de girasol saladas sentados en torno a las mesas grafitadas de publicidad que regalan las marcar de refrescos, y un buen libro de poesía, la poesía de “piropo”. Reza en su segunda hoja: “ A todos los poetas que con sus versos lucharon por mejorar nuestro mundo” Aquí el autor parece tener un compromiso social por la mejora del mundo. Que seguramente, desde su faceta de maestro, impregnará a sus alumnos para la consecución de un mundo mejor.
“En su pliego para archivar en esta noche” comulga con estrella puntiagudas que desgarran su garganta hiriéndole los recuerdos cabalgando con la incertidumbre de los días del futuro, que le parecen inciertos, y esos recuerdos como puntas de lanza hechas con las aristas de las estrellas rompe su voz de trovador, pero no su pluma de escritor:
“- III “en esta noche”
No llegaste.
Una noche más para estar solo.
Leer en el silencio
Lo que desde dentro te habla,
Beber un sorbo de claridad de luna
Y escribir tus pocos secretos sobre colores dormidos.

He conocido a los poetas del dolor del alma y de la carne fusilada, con sus miedos a la muerte certera y constante. Que tratan de embriagarla de etílicos y azucenas, con luna llenas de infartos. Y todos tenemos un denominador común: - “ La prospección de los sentimientos ahogados en lágrimas, recuerdos y futuros inciertos enderezados de bulimias y anorexias, ahogados en alcohol y Prozac” mientras la vida impertérrita continua con sus lunas de hiel y sus soles de miel.
Os invito a que degustéis de los sabores y sinsabores del dolor, esperanza y justicia de este autor aun desconocido, quizás por poco tiempo, de un hombre/poeta donde la sin razón del poder le escandaliza. Sin embargo siente dolor un dolor inmenso en la oscuras noches del invierno extremeño donde las cigüeñas ha decidido permanecer, resintiéndose a la inmigración. De vez en cuando hacen sonar sus picos; al igual que cuando se golpea con un palo al tronco de un árbol hueco. Algunos creen que tiemblan de frío, otros sabemos que tales sonidos los hacen durante todo el año, los más profundos entendemos que imitan a las viejas campanas huecas de bronce del pináculo del campanario de la iglesia: lo mismo anuncia la vida que la muertes, las lunas de la noche y las dunas de la playa, el sol de justicia y las injusticias de los hombres.
¡Enhorabuena por tu obra, poeta extremeño, de andares hidalgos y figura de quijote!

Antonio Valcárcel

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Antonio:
Ha sido para mi una grata sorpresa encontrar tu crítica a mi libro en internet.Te agradezco mucho el interés y espero poder conocerte pronto y poder darte las gracias personalmente.
Recibe mi abrazo y mi agradecimiento:
Diego Fernández

Anónimo dijo...

Estimado Diego:

Con mucho gusto trataré de verte para personalmente presentarme. Aunque no hay mejor escáner para conocer la personalidad de una persona que leer su obra, cuando esta, está escrita con el corazón. "Paisaje de los sueños roto" creo que te define en una etapa, quizás, trascendental de tu vida.
Entre las personas que amamos los latidos rítmicos o arrítmicos de la poesía tenemos muchas cosas en común.

¡Hasta pronto!