lunes, octubre 05, 2009

LA LLAVE VIEJA



Hay llaves viejas que abren y cierran determinadas épocas, la llave de la foto no abrirá nunca jamás la cerradura correspondiente de la puerta que hoy se accede por medio de una llave de uso corriente. Hay amores que mueren en el mar de la indiferencia, otros amores mueren en sus camas; y corazones que se desgarran como la grana. Una familia americana de origen sefardí; de los antiguos judíos de Toledo, heredaron una llave vieja y que siglos después se percataron que abría una puerta muy pesada de madera en la ciudad de las espadas del mejor temple. A sus poseedores les dio pie como para investigar su procedencia, averiguando, por tanto, que fue el resultante de un edicto de expulsión y que sus moradores conservaron la llave de su hogar por si el arrepentimiento de unos reyes in católicos derogaban el maldito edicto, y volver a su hogar toledano; y regar el huerto que dejaron con un árbol de espinosas ramas y enormes limones de jugo profuso, tan amargo como las lágrimas que les cayeron, también en el camposanto, donde reposaban las osamentas de muchos de sus ancestros en una tierra dedicada y consagrada, según sus costumbres. Era Toledo, la ciudad de las tres culturas, Toldoth en judeoespañol.
Esta es la llave que no abrirá mi puerta, y como un loco golpeo con su aldaba por si acaso dentro del hogar sus moradores me abren con el portero automático, pero ya habrá desaparecido el romance, aquél de la última judía de Toledo.
Antonio Valcárcel.

5 comentarios:

Unknown dijo...

¿Como podría contactar con usted por mail o por teléfono?
Gracias
Mies

Antonio Valcárcel dijo...

Estimado Mies:

Puedes contactar a través de FACEBOOK y de forma más personal en: avarcarcel@esukalnet.net.
Recibe un afectuoso saludo.

Antonio Valcárcel

Anónimo dijo...

Amigo Valcárcel:

Observo tú armadura un tanto oxidada, la de un caballero que dejó de batirse en los torneos medievales con el color del pañuelo de su amada o pretendida. No podrás luchar nunca, mientras tanto, sigas llevando esa armadura atascada, sin movilidad en sus articulaciones. Desde el palco yo te miro por si acaso en tú último torneo y si es tú deseo; yo te concedo que lleves en tu lanza mi pañuelo de color rosa con el bordado de un escudo heráldico que corresponde a mi familia: una casa torre custodiada por dos lobos, tres estrellas y una luna menguante yo vigilaré desde la torre del homenaje.
Sigue golpeando con la aldaba, ¡pero en mi puerta!

Mil besos de una dama enclaustrada en el seno de un tirano al que no amo.

Mamá de 2 dijo...

Bonita narración...

Me hizo recordar que los palestinos de Oriente Medio también llevaron consigo las llaves de sus casas, cuando fueron expulsados de sus tierras en 1948 (y años siguientes).

¿Tendencia humana a hacer a otros lo que una vez nos hicieron?

Saludos!

Antonio Valcárcel dijo...

Estimada Angela:

Pegar un repaso a la historia de Israel; su imperio, sus fronteras, sus invasiones,etc. Sería una clase de historia que no estoy dispuesto a repasar, porque considero, que está todo dicho; y desde la óptica de historiadores muy refutados. El hombre, efectivamente, suele pagar con la misma moneda y además no hay tiempos pasados que sean mejores que el presente.

Un abrazo.