sábado, febrero 09, 2008

Desde el Blog de Fernando Maura



Estimado Fernando:

Los inspectores contra la pobreza es lo mismo que echar los perros a los inmigrantes que lamentablemente están generando latifundios de pobreza y enfermedad, colapsando las urgencias de los sistemas de salud: Es obvio que los inmigrantes han aportado y aportan riqueza al país en general. Pero, ahora llegan para ellos las vacas flacas y para nosotros más paro e hipotecas.
Este tipo de inspecciones es como poner la paja por la parte de atrás del buey. A mi asociación llegan inmigrantes con marcados signos patológicos de enfermedad mental debido al desarraigo: síndromes depresivos, ansiedad,...
Las inspecciones han de focalizar su intervención en la explotación laboral que someten ciertos empresarios sin escrúpulos y que aconsejan que se empadronen en una habitación de un piso de alquiles, hacinando hasta 20 personas para que articulen y cobren el salario social. Los matrimonios de inmigrantes al llegar a Euskadi,… , se separan y se empadronan en otras zona para de igual manera acogerse a las ayudas, ambos suelen trabajar en el sector de las hostelería o construcción, con algún autónomos, etc. Por tanto, las inspecciones deben de focalizarse en ciertos sectores de los empresarios que se enriquecen con la esclavitud de los inmigrantes, mientras la inspección de trabajo no lo ataja debidamente.
Esto es un singular reto a la sociedad, una forma monstruosa que pretende seccionar el nervio trigémino por donde duele.
Desamparados:
En la vida de cada joven llega el momento de la madurez civil, cuando comienzan a tomar conciencia e impregnados de una desesperanza galopante muchos de nuestros jóvenes toma la lamentable decisión del suicidio. Estamos en un mudo insolidario y paradójico: 9.000.000 millones de personas se suicidan en el mundo cada año, más que todas las víctimas de accidentes laborales y de carretera de todo el mundo.
Los jóvenes necesitan trabajar y una vivienda digna -sin una hipoteca a 40 años que supera el sueldo mileurista que cobran-. Es fácil imaginar que sucede en sus almas cuando no consiguen realizarse. Los bancos hacen alardes de los beneficios anuales obtenidos y sus cara no se les sonrojan, no saben que están pisando sangre, esperanzas marchitas como las flores por primavera, ni cumplirán con su ciclo reproductor, ni siquiera la abeja se acercará a semejante almágana de entre un rojo y verdoso/ pasto donde ni siquiera los pétalos de la rosa espinada pueden aguantar la pisada de semejante bota dictatorial; que emana de un capitalismo deshumanizado. La revolución no llegará, será el ciclo de la naturaleza quién ponga su ponzoña y todos aquellos que miren atrás se convertirán en estatuas de sal.
Siento que los inmigrantes serán el banco de experiencias de una política cuya burbuja se ha pinchado y su explosión alcanzará inexorablemente a los más débiles. A partir de ahora las enfermedades mentales en la población emigrante aflorarán en una primavera de cambio climático y cambiada de época, creían lo políticos que la burbuja iba a aguantar algunos años más…, pero los vientos vienes de USA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antonio, soy Angela y tu no me conoces. Sin embargo siento un fuego en mi alma cuando desde tu voz de poeta te transportas al mundo de las musas. Me recuerdas a mi querido Blas de Otero. Estoy segura que puedes decir mucho más de lo que dices, a los poetas os está permitido.

Suerte con los perros.