domingo, diciembre 23, 2007

POESIA DEL DEPRESIVO













POESIA DEL DEPRESIVO



¿Madre porqué he nacido? :
Si el vivir se me hace un sufrir; que me hiere el alma,
Un alma algodonada impregnada de cloroformo de hospitales.
Respiro y no siento el aire, veo las fotografías de mi vida y otro dolor lacerado traspasa mi corazón.
La cama es mi prisión de día y noche: me visitan los miedos y los temblores me atenazan,
No duermo, ahora la ansiedad como un mecanismo de defensa ante mi inexplicable quietud pugna por vivir, un vivir sin rumbo.
Un vivir embriagado de recuerdos, miro a las botellas de alcohol de las estanterías del primer bar, como acicate a la esperanza y me embriago, hasta caer en coma,
Y ahora mujeres con rostros que jamás he visto me visitan en mis delirios y me cortejan y seducen, hasta el clímax.
¡Madre he ahogado la maldita depresión en etílicos delirios y me ha liberado, una liberación que tiene un alto precio: la entrada en un círculo vicioso difícil de zafarse¡
He descubierto madre, que el alcohol me libera de las garras destructoras de la maldita depresión y, otra dueña me deja hecho un guiñapo.


Soy un títere de feria al cual le lanzan pelotas hasta tumbarlo, el premio una botella de alcohol y un “coco”
Madre libérame de de los fantasma que como vampiros chupan mi sangre.
Me he mirado al espejo, estoy sin musculatura, una piel fina define todas las costillas, mis pierna ya no me sujetan. Dos serafines misteriosos me mecen en una cuna de barrotes acerados ¿Y Dios donde está?, y todo dios me abandona.
Drogas, alcohol, noches de brujas, son los pasaportes de una frontera cuyo tributo a pagar es la moneda de la vida.
¡Maldita depresión, maldita ansiedad que cabalgan juntas! No soy yo. Mi yo se lo llevo el viento.

Psiquiatra, no me recetes máscaras en forma de comprimidos, las he mezclado con alcohol, recétame diálogo, comprensión y un juez misericordioso.
Y que el rico globalizador me devuelva la perspectiva de un norte y sur de igualdad, donde la vida nos la haga más fácil.

La desigualdad agraviada nos enferma, nos enferma también los políticos corruptos, el desarraigo del inmigrante, los quijotes sin Sancho, en el lago manchado de la incomprensión.
PERO LO QUE MÁS ENFERMA ES LA FALTA DE AMOR.



Antonio Valcárcel

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