sábado, julio 05, 2008








Estimada Maria San Gil:

Acuso públicamente recibo de tu misiva con todo el cariño que es capaz de generar mi corazón que eclipsado queda, con una gran pena, debido a tu decisión de no presentar batalla contra aquellos que les preocupa más sus poltronas que los nobles ideales que impregna tu brillante carrera política.

Como sabes, ya no soy militante del Partido Popular por una pura cuestión de falta de fe en muchas de las personas que conforman el panorama político del PP Vasco. Han acotado la política como si se tratase de una finca particular de varios amigos, al igual que un txoko donde reparten cargos y prebendas incluso a sus parientes y parientas. No quiero una política de tales características, no es la política que deseo, donde creo que deben de concurrir ideales de servicio a los ciudadanos y no servirse de los ciudadanos, como ocurre no sólo en el PP lo hemos visto con Josu Jon Imaz y otros muchos que sería prolijo enumerar. Que han alcanzado la Presidencia de Petronor gracias a su "brillante cabeza". La política y los negocios han de tener connotaciones genéticas, "valen tanto para un roto como para un descosido". Afortunadamente existen ofertas políticas para los ciudadanos con inquietudes sociales de servicio a los demás. Ahora milito en un partido político nuevo (UPyD), y hasta la fecha me están demostrando que hay otra forma de hacer política, frente a la tan enquistada y tumoradas de las que he conocido. Sólo la gente como tu, María San Gil, soy capaces de hacer girar los cambios en las políticas.
Son cosas de la providencia, porque aún somos personas que conservamos ciertos matices de crencias: como que existen cosas de orden espiritual y no sólo el puro materialismo. Junto a tu misiva he recibido otra carta del Lehendakari del Gobierno Vasco, Juan José Ibarretxe, en la cual dice: " Que desea cumplir con nuestro compromiso con la sociedad vasca, no está dispuesto a resinarse frente a la violencia y a la negativa al diálogo (...)". Y me envía la muestra de una papeleta de consulta para el 25 de octubre de 2008.

En fin, cada uno ve la paja en el ojo ajeno y no es capaz de visualizar la viga en el ojo propio. Estamos ante una gran crisis de dimensiones caóticas y algunos, aún siendo importantes sus propuestas, los ciudadanos creemos que hay que empujar el carro del progreso y desarrollo para sacarlo de los lodos y cercenar a aquellos que ponen los palos en las ruedas: me preocupa más la crisis económica, los inmigrantes, los sueldos mileuristas, la vivienda, el terrorismos, etc. Pero algunos piensan que solucionando sus prioridades las demás llegarán por añadidura, graso error. Al toro hay que agarrarlo por los cuernos o dejarlos en manos del maestro y temerario José Tomás. Que con todos mis respectos, prohibiría el sufrimiento y ensañamiento del toro y por ende evitar el riego de muerte del torero. Algunos lo denominan la fiesta nacional, yo lo llamo la barbarie nacional, no la principal barbarie nacional, pues hay otras y en ello estoy contigo, María San Gil. Sin embargo, y pese a todo el lastre que impide ver a nuestra Euskadi a vista de pájaro y cuando sobrevolamos algunas altitudes nos encontramos en el vuelo con pájaros que se esconden de otros pajarracos que son depredadores. Soy de los que deseo para mi país la mejor de las suertes, pues en ello estriba el bienestar de todos. También me preocupa la agresión que realizamos los hombres contra el ecosistema en general, el calentamiento del planeta y, no el calentamiento de los bolsillos de algunos, pues les llegará a quemar en sus bolsillos como un crisol de metales fundidos. Dejará sus metales como un Txamplón de niquel de formas abstractas; de sus metálicas fortunas y su sangre "negra" de escaso petróleo. Me preocupa el hombre desdibujado de la calle, al que dibujan su nombre en caligrafía punitiva a cada paso que da: multas, embargos, represiones, tiros en la nuca y bombas lapas en los bajos del coche... Me preocupa más las colas de los sin techo en la espera de un plato de sopa en los comedores de beneficiencia dirigidos por religiosos/as que el beneficio de las bancas. Me preocupan las Marías San Gil que sin perder la energía por la lucha, han perdido los amigos y, recobran la fuerza a las víctimas del terror porque sabrán que sus muertes no habrán sido baldías. En fin, María, sube a la montaña y haz sonar tu voz por lo valles de lágrimas, desenmascara a tus falsos compañeros y únete al Partido de Rosa Díez y otros tantos de tus amigos, dales donde les duele, tu conoces sus puntos de Aquiles.
Recibe un fortísimo abrazo y por favor no dejes la política. La sociedad te necesita.

Antonio Valcárcel

2 comentarios:

Rolan dijo...

María San Gil no se puede quedar fuera del escenario político español. Personas de su carácter y carisma no se pueden quedar arrinconadas por partidos con un funcionamineto totalmente dictatorial. Se necesitan mentes críticas capaces de pensar en por si mismas buscando un futuro y progreso mejor. Desde aquí quiero manifestar mi apoyo a esta gran persona que es María.

¡Aúpa María!

Anónimo dijo...

Estoy contigo, Rolando de Gasteiz, pero hay veces que cuando se "crian cuervos te sacan los ojos".
En toda pretensión de cada aspirante a la política le embarga un/os deseos de medrar a nivel personal desde los distintos parámetros de los anhelos y aspiraciones de cualquier persona. Si no, ¿Como es que no están militado en Médicos sin Fronteras, Cruz Roja, de misioneros, etc.