El día iba trascurriendo monótono, su paisaje era siempre los mismos: batas blancas y olores a fármacos. Y por ser, a pesar de todo, un día especial. Se aproximaba la hora de la misa del gallo. Estaba harta de psicólogos y psiquiatras; de sus terapias y fármacos que la dejaban sedaban, de tal forma que más que vivir; la vida era sin vivir, sin norte…Pero con una fe que la incitaba como una obsesión a acercarse al “Santo Padre” como acicate a su dolencia psíquica, -cogió una Biblia; que resbaló de sus manos, como una anguila de río, y al caer al suelo se abrió en Marcos, y leyó: “ Oída la fama de Jesús, se llegó por detrás, entre la muchedumbre de gente, y tocó su ropa” (Marcos, 5- 27).
¿No fue esto lo que movió a la joven que llegó a tocar la ropa del Santo Padre?
Y entonces le dijo Jesús: “ Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, y queda libre de tu mal. ( Marcos 5-34).
Y el Papa cayó al suelo, más no quebró un solo hueso de su cuerpo, un cardenal que lo acompañaba cayó y quebró un fémur. Y fue entonces cuando al Papa fue anegado en su mente el pasaje bíblico de Marcos, y el Papa sonrió. Sin embargo, el cardenal Roger Etxegarai sale de la misa del gallo en silla de ruedas y con un fémur quebrado al igual que las posibles negociaciones bajo los auspicios de dicho cardenal, ¿cuando la negociación con ETA?
Los locos están en nuestra sociedad y se implican contra los símbolos: Iglesia, capital…Son locos porque agraden, en algunos casos con fe, y en otros se les escapa una agresividad que deberíamos de tomar nota -en cuanto al contenido de los hechos ocurridos para que la sociedad toda, camine por otros derroteros-:
Silvio Berlusconi fue agredido cuando otro “loco” le lanzó una estatuilla del Duomo di Milano que quiere decir, Casa de Dios. Y es la cuarta catedral del mundo, en ella se pueden albergar unas 40.000 personas. Ahora los opositores a Berlusconi la utilizan como símbolo.
Por tanto, ¿Quién ha utilizado a los locos en ambos sucesos, que guardan una indiscutible relación? Y si en algo sirve de consolación, que no es el caso: la iglesia sale con el Papa por el suelo, y un cardenal con una pierna quebrada; Berlusconi con el tabique nasal y los dientes rotos, ¿y ETA, Dios dirá?
¿Quien tiene valor para meterse con los locos?
Yo, que tengo algo de loco, tiemblo de que pudieran llegar tiempos en que los discapacitados les sean recortadas sus libertades. Sin embargo, una esperanza alberga mi corazón: monseñor Rouco Varela en la manifestación de Madrid en pro de la familia previene contra lo dicho, los discapacitados. Y sólo me queda que aplaudir, en esta ocasión a monseñor Rouco.
¿No fue esto lo que movió a la joven que llegó a tocar la ropa del Santo Padre?
Y entonces le dijo Jesús: “ Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, y queda libre de tu mal. ( Marcos 5-34).
Y el Papa cayó al suelo, más no quebró un solo hueso de su cuerpo, un cardenal que lo acompañaba cayó y quebró un fémur. Y fue entonces cuando al Papa fue anegado en su mente el pasaje bíblico de Marcos, y el Papa sonrió. Sin embargo, el cardenal Roger Etxegarai sale de la misa del gallo en silla de ruedas y con un fémur quebrado al igual que las posibles negociaciones bajo los auspicios de dicho cardenal, ¿cuando la negociación con ETA?
Los locos están en nuestra sociedad y se implican contra los símbolos: Iglesia, capital…Son locos porque agraden, en algunos casos con fe, y en otros se les escapa una agresividad que deberíamos de tomar nota -en cuanto al contenido de los hechos ocurridos para que la sociedad toda, camine por otros derroteros-:
Silvio Berlusconi fue agredido cuando otro “loco” le lanzó una estatuilla del Duomo di Milano que quiere decir, Casa de Dios. Y es la cuarta catedral del mundo, en ella se pueden albergar unas 40.000 personas. Ahora los opositores a Berlusconi la utilizan como símbolo.
Por tanto, ¿Quién ha utilizado a los locos en ambos sucesos, que guardan una indiscutible relación? Y si en algo sirve de consolación, que no es el caso: la iglesia sale con el Papa por el suelo, y un cardenal con una pierna quebrada; Berlusconi con el tabique nasal y los dientes rotos, ¿y ETA, Dios dirá?
¿Quien tiene valor para meterse con los locos?
Yo, que tengo algo de loco, tiemblo de que pudieran llegar tiempos en que los discapacitados les sean recortadas sus libertades. Sin embargo, una esperanza alberga mi corazón: monseñor Rouco Varela en la manifestación de Madrid en pro de la familia previene contra lo dicho, los discapacitados. Y sólo me queda que aplaudir, en esta ocasión a monseñor Rouco.
